Una buena planificación fiscal consiste en la correcta aplicación y análisis de alternativas y formas jurídicas para intentar reducir, con las herramientas que prevé la ley, el impacto fiscal de los tributos, y así generar ahorros y volver más rentable un negocio. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Como resultado de la aplicación de diversas estrategias que mediante el uso o interpretación de las leyes posibilitan reducir, diferir o eliminar la carga fiscal del contribuyente.
Una buena planificación fiscal siempre debe realizarse dentro del marco de la ley –es decir no implica acciones de evasión tributaria que incrementen los riesgos–, y debe procurar contar con el respaldo documental que demuestre su licitud, ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Esta herramienta es recomendable utilizarla desde el comienzo de la pyme al elegir la estructura societaria más conveniente considerando la incidencia impositiva de cada una de ellas. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
A lo largo de la vida de la empresa tiene como objetivos:⠀⠀⠀⠀⠀
- Evitar impuestos innecesarios.
- Conocer el costo impositivo de la empresa y negocios alternativos.
- Ayudar en la toma de decisiones.
- Aprovechar beneficios fiscales vigentes.⠀⠀⠀⠀⠀
Al momento de realizar la planificación fiscal, tenemos que tener en cuenta entre otras:
- Cuál es la estructura legal seleccionada: sociedad anónima, sociedad de responsabilidad limitada, sociedad de hecho, fideicomiso, etc.
- Los impuestos que inciden en el negocio (nacionales, provinciales, municipales).
- Exenciones vigentes que pueden aplicarse.
- Posibilidad de diferimiento de las utilidades.
- Los efectos de la inflación.
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Si tenes alguna duda, desde el estudio podemos asesorarte.