A la hora de gestionar las finanzas de un negocio, la integridad y legalidad de las transacciones fiscales son fundamentales. Sin embargo, existe una amenaza persistente que acecha a las empresas: las facturas apócrifas. Estos comprobantes, que cumplen con los requisitos formales de la AFIP pero simulan operaciones inexistentes, pueden tener consecuencias devastadoras para las empresas que, de buena fe, las incluyen en su contabilidad.
La AFIP ha implementado mecanismos de control, como la base de datos APOC, para detectar empresas fraudulentas emisoras de facturas truchas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los contribuyentes y las autoridades, siempre existe un margen de incertidumbre.
¿Qué se debe hacer si se identifica una factura apócrifa en la contabilidad de una empresa?
En primer lugar, es crucial entender que la responsabilidad de conocer a los proveedores recae en el contribuyente. Realizar todos los controles y procedimientos disponibles es esencial para garantizar la autenticidad de las transacciones fiscales. Sin embargo, incluso con la diligencia debida, el fisco puede notificar a la empresa sobre la presencia de un comprobante apócrifo.
En caso de recibir una alerta por parte de la AFIP, el contribuyente tiene opciones para rectificar la situación. La notificación se realiza a través del apartado “Nuestra Parte” de la Web de la AFIP, al cual se accede mediante clave fiscal. Una vez notificado, es posible presentar la documentación necesaria para demostrar la existencia de la operación en cuestión. Esta reclamación debe ser resuelta en un plazo de 5 días, y la decisión adoptada es definitiva, salvo por la vía prevista en el artículo 23 de la Ley 19.549 de Procedimientos Administrativos.
Es importante tener en cuenta que demostrar la existencia de una operación, especialmente en el caso de servicios, puede ser complicado. A diferencia de los bienes tangibles, donde la entrega física del producto puede servir como prueba sólida, los servicios a menudo carecen de evidencia física. Esto hace que la defensa contra una factura falsa por servicios sea más desafiante y requiera una documentación exhaustiva y convincente.
En última instancia, la prevención de facturas apócrifas es una tarea compartida entre los contribuyentes y las autoridades fiscales. A pesar de los desafíos, es imperativo que las empresas continúen perfeccionando sus controles internos y colaboren activamente con las autoridades para erradicar esta práctica ilegal y perjudicial. La integridad del sistema tributario depende de la responsabilidad colectiva y la perseverancia en la búsqueda de la transparencia y la justicia fiscal.
Fuente: Expansión Argentina para iprofesional.com
